Qatar reabrirá su embajada en Siria tras 13 años
Doha busca dialogar con el gobierno liderado por los islamistas en Siria después de romper relaciones hace 13 años por la brutal represión del depuesto presidente Bashar al-Assad.
DUBAI — Qatar dijo el miércoles que reabriría su embajada en Siria , tres días después de la caída del régimen de Bashar al-Assad.
La embajada reabrirá una vez que se completen "los arreglos necesarios", dijo Majed al-Ansari, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar y asesor del primer ministro, a la agencia estatal de noticias QNA.
El gobierno no dio un cronograma, pero dijo que la medida tiene como objetivo mostrar "un firme apoyo al hermano pueblo sirio, que se esfuerza por construir su estado sobre las bases de la justicia, la paz, la estabilidad y la prosperidad".
Doha rompió relaciones diplomáticas con Damasco en 2011 y cerró su embajada tras el inicio de la guerra civil siria. A diferencia de sus vecinos del Golfo, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, Qatar no ha restablecido relaciones con el régimen de Asad.
El gobierno de Assad acusó a Qatar de respaldar a grupos islamistas, entre ellos el grupo Jabhat al Nusra, ex afiliado de Al Qaeda, que rompió vínculos con Al Qaeda en 2016 y cambió su nombre a Hayat Tahrir al Sham un año después. HTS depuso a Assad el domingo.
En declaraciones a los periodistas en Doha el viernes, Ansari enfatizó que Qatar no tuvo ningún contacto con el régimen de Assad.
"Nos gustaría ver al pueblo sirio en condiciones de crear el futuro de Siria, pidiendo ayuda a quien pueda proporcionársela y siendo tratados con buena fe", dijo Ansari a los periodistas el sábado. "Y eso es lo que estamos haciendo por nuestra parte, y esperamos que todo el mundo lo siga", añadió.
Ansari señaló en su conferencia de prensa que estaba al tanto de la amenaza que suponen los grupos islamistas radicales y dijo: "Obviamente, tenemos que trabajar juntos" en este asunto.
También señaló que era hora de "comprometerse con ellos, escucharlos, trabajar con ellos y ver si pueden ser una fuerza para el bien ", y agregó: "No deberíamos tratar con ellos con la noción preconcebida de que no se pueden reformar".