Las empresas de Oriente Medio carecen de directrices climáticas claras, advierte un informe del WEF
Las empresas de Oriente Medio y el norte de África se enfrentan a una presión cada vez mayor por parte de los inversores, los reguladores y los mercados globales para fortalecer la transparencia y adoptar modelos de negocio más sostenibles.
A pesar de que el 70% de las emisiones de carbono en Medio Oriente y el norte de África ahora están incluidas en los compromisos de cero emisiones netas , muchas empresas aún carecen de pautas claras para cumplir con éxito los objetivos climáticos, advierte un nuevo informe.
El informe publicado el jueves por el Foro Económico Mundial y Bains Company cubre cómo las empresas de la región MENA pueden priorizar la sostenibilidad en industrias como el petróleo y el gas, el comercio minorista, las finanzas y los servicios públicos.
Las empresas de MENA enfrentan una presión cada vez mayor por parte de los inversores, los reguladores y los mercados globales para fortalecer la transparencia y adoptar modelos comerciales más sostenibles, señaló el informe.
Se estima que el 70% de la economía mundial tendrá que presentar informes de sostenibilidad obligatorios en los próximos dos años, por lo que las empresas regionales necesitan urgentemente mejorar su desempeño en materia de sostenibilidad y transparencia para seguir siendo competitivas a nivel mundial, recomendó el informe.
Agregó que las empresas de MENA a menudo enfrentan desafíos importantes debido a la falta de pautas claras y mejores prácticas en materia de informes que se adapten al contexto único de la región.
“Con sus dotaciones naturales de energía solar y eólica, un suministro disponible de capital y un enfoque a largo plazo entre muchos de sus gobiernos, MENA está bien posicionada para saltar las fases de desarrollo tradicionales e integrar la sostenibilidad directamente en su agenda de diversificación y crecimiento económico”, dijo Maroun Kairouz, director de Medio Oriente y África del Norte para el Foro Económico Mundial, en el informe.
“La adopción proactiva de prácticas de sostenibilidad, respaldada por marcos regulatorios e incentivos claros, es esencial para que la región navegue con éxito en este panorama complejo”, agregó.
El informe sugirió formas de ayudar a las empresas de MENA a alinear sus prácticas con los estándares globales de sostenibilidad, abordar desafíos regionales específicos y fortalecer la resiliencia.
Entre los estudios de casos de mejores prácticas para lograr estos objetivos citados en el informe se incluyen la política de compras sostenibles y el bono islámico verde (sukuk) de la empresa minorista de los Emiratos Árabes Unidos Majid Al Futtaim. El WEF afirmó que lo que hizo que el sukuk fuera tan exitoso fue el fuerte apoyo de los líderes y la capacidad de superar los obstáculos iniciales.
Las iniciativas de MAF se vincularon a un 24% en las emisiones de alcance 1 y alcance 2 con respecto a la línea base de 2019 y aseguraron a la empresa $2,75 mil millones en préstamos vinculados a la sostenibilidad, según el informe. Las emisiones de carbono de alcance 1 y 2 son las producidas por la empresa involucrada, no por el consumidor, por ejemplo, la persona que usa combustible ADNOC para conducir un automóvil.
El programa de inversión verde de la empresa estatal marroquí de fertilizantes OCP Group también fue destacado como un claro ejemplo de una empresa que cumple con sus objetivos de sostenibilidad. La firma planea producir 1 millón de toneladas métricas de amoníaco verde para 2027 (con planes de aumentar a 3 millones de toneladas métricas para 2032), generar 5 gigavatios de energía limpia en 2027 (satisfaciendo el 100% de las necesidades energéticas de OCP y aumentando a 13 gigavatios para 2032), aumentar la capacidad de desalinización de agua de mar a 560 millones de metros cúbicos para 2027 y racionalizar las cadenas de valor locales. Estos compromisos ayudarán a OCP a lograr la neutralidad de carbono en las operaciones y las fuentes de energía (alcance 1 y alcance 2) para 2030.
El informe destaca que el liderazgo gubernamental sigue siendo crucial para ayudar a las empresas de la región MENA a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad. El libro blanco recomienda que los responsables de las políticas sigan estableciendo regulaciones claras, ofreciendo incentivos financieros y apoyando la colaboración entre los sectores público y privado para acelerar la transición de la región hacia una economía más sostenible.