TEL AVIV – Después de desmantelar el gabinete de guerra el lunes, es probable que el Primer Ministro Benjamín Netanyahu presione para que continúe la guerra de Gaza, hasta la "victoria total", incluso si el ejército le aconseja retirar la mayoría de las fuerzas de la Franja de Gaza.
Por lo tanto, el próximo enfrentamiento en Gaza no será entre las tropas israelíes y Hamás, sino entre el alto mando militar y Netanyahu. Tras haber anunciado ya que está en proceso de desmantelar dos de las cuatro brigadas de Hamás desplegadas en Rafah, el ejército israelí espera poner fin a la intensa fase de sus combates allí dentro de dos semanas. Esto le permitirá declarar que ha limpiado la Franja de Gaza de la infraestructura y los marcos militares de Hamás, que llevó a cabo el desastroso ataque del 7 de octubre en el sur de Israel.
Se espera que los militares sigan esta fase con una sugerencia al gobierno de que reemplace el despliegue terrestre con incursiones selectivas contra focos residuales de Hamás, tal como opera en Cisjordania contra presuntos agresores. Esto implicaría crear un "perímetro de seguridad" de 1 a 2 kilómetros (0,6 a 1,2 millas) de ancho a lo largo del lado de Gaza de la frontera con Israel, y desplegar tropas allí para protegerse contra las incursiones de Hamás.
Se espera que el máximo comandante militar de Israel, el teniente general Herzi Halevi, recomiende que el próximo paso se dedique a la muy necesaria recuperación de las tropas que han estado en combate durante más de ocho meses, a reponer las reservas de municiones y a prepararse para enfrentar a Hezbolá el próximo día. El frente norte de Israel.