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WASHINGTON – Poco después de la masacre del 7 de octubre, el activista por la paz israelí Gershon Baskin cortó el contacto con Ghazi Hamad, un alto funcionario de Hamas con quien mantuvo un canal secundario durante 18 años.
“No quiero volver a hablar contigo nunca más”, escribió Baskin en una carta abierta del 1 de noviembre a Hamad, su homólogo en las negociaciones sobre la liberación de Gilad Shalit, un soldado israelí capturado por Hamas en 2006.
Pero mientras la guerra de Gaza se prolongaba durante varios meses, Baskin cambió de opinión.
