TEHERÁN – La debilitada economía de Irán, afectada por las sanciones, estuvo en el centro del primer debate televisado el lunes por la noche, que reunió a seis contendientes que se postulaban para las elecciones presidenciales anticipadas del condado programadas para el 28 de junio.
Los candidatos (tres de línea dura, un conservador tradicional y un reformista) intercambiaron puntos de vista, a menudo con comentarios mordaces dirigidos entre sí, mientras se les preguntaba sobre sus planes futuros para abordar las sanciones estadounidenses y europeas que han afectado a la economía iraní durante décadas.
Masoud Pezeshkian, un alto legislador que representa el movimiento reformista pro-compromiso de Irán, junto con Mostafa Pour-Mohammadi, un clérigo y ex juez procedente de las facciones conservadoras tradicionales, sostuvieron que la economía de Irán había sido gravemente golpeada por las sanciones y reiteraron la urgente necesidad de necesidad de que la diplomacia cambie de rumbo.
Por el contrario, tres partidarios de la línea dura (Saeed Jalili, Alireza Zakani y Amir-Hossein Ghazizadeh Hashemi) redoblaron su postura de que la República Islámica debería evitar depender su mejora económica de los esfuerzos diplomáticos destinados a eliminar esas sanciones. Este enfoque ha sido promovido durante los últimos tres años por el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, y fue seguido de cerca por el fallecido presidente Ebrahim Raisi, cuya muerte en un accidente de helicóptero en mayo desencadenó las elecciones anticipadas.