TEL AVIV – Ya hay indicios de que es poco probable que Israel cumpla con una decisión emitida por la Corte Internacional de Justicia en La Haya el viernes, ordenándole detener su ofensiva militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza. Al parecer, el gobierno israelí cree que todavía tiene margen de maniobra.
Sudáfrica había pedido a la CIJ que ordenara un cese total de las hostilidades en el enclave palestino. El tribunal estuvo de acuerdo con Pretoria en que la situación humanitaria allí se ha vuelto catastrófica, pero no llegó a aceptar plenamente su demanda, dejando a Israel con una pequeña apertura.
"Israel puede argumentar que, dado que gran parte de la población que se agolpaba en Rafah ha sido evacuada relativamente rápido, y que la fuerza que emplea en Rafah no está en la escala que se desplegó en toda la Franja de Gaza al comienzo de la guerra, las acciones no deberían afectan a la población civil", dijo una fuente jurídica israelí a Al-Monitor, hablando bajo condición de anonimato.
Estado de las operaciones militares