Por primera vez desde 2019, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, visitará Tokio el lunes en un viaje de tres días en el que se reunirá con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, tendrá una audiencia con el emperador Naruhito y asistirá a una “reunión judicial”. almuerzo."
Según el portavoz del gobierno japonés, Yoshimasa Hayashi, Kishida discutirá con su invitado real una “amplia gama” de temas relacionados con Medio Oriente y la comunidad global.
Centrados en la energía y el comercio, los lazos saudí-japoneses son duraderos y carecen de complicaciones. Como cuarta economía mundial, Tokio es crucial para la Visión Saudita 2030, mientras que Riad es importante para la seguridad energética de Japón.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el reino se convirtió el año pasado en el octavo socio comercial de Japón, con un comercio bilateral que alcanzó los 42.000 millones de dólares.