WASHINGTON – En un esfuerzo por exprimir aún más la maquinaria de guerra del Kremlin, Estados Unidos ha sancionado a una red que, según dice, está trabajando para producir en masa aviones no tripulados de ataque diseñados por Irán en una instalación recientemente establecida en Rusia.
Desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, la administración Biden ha intentado interrumpir los envíos iraníes de drones suicidas Shahed utilizados por Rusia para atacar Kiev y otras ciudades de Ucrania. Las sanciones más recientes se basan en esos esfuerzos y por primera vez apuntan a la capacidad de Rusia para producir su propia versión de esos drones.
La administración Biden dijo en junio que Irán estaba enviando materiales para ayudar a ensamblar los drones en una planta en construcción en la república rusa de Tartaristán, a unas 500 millas (800 kilómetros) al este de Moscú. La administración publicó imágenes satelitales del sitio ubicado dentro de la zona económica especial de Alabuga, que según dijo probablemente estaría operativo a principios de 2024.
El Departamento del Tesoro reveló el viernes sanciones a Alabuga, que según funcionarios estadounidenses está aumentando la producción para construir miles de drones armados para 2025 en virtud de un contrato con el ejército ruso. Según el Tesoro, Alabuga está ensamblando las piezas de drones que se envían desde Irán y aumentando su propia capacidad de producción nacional.